martes, 19 de mayo de 2015

Odio el delito, más no al delincuente, conozco el alma humana, la he estudiado y he vivido en ella. Me duele porque lo entiendo, como se pueda criticar, censurar a un triste poeta, de alma cansada, vieja, triste y dolorida, por no saber o no querer, mentir, calumniar, envilecer lo noble y lo bello. Como se puede negar la realidad, como se puede tapar el sol, y evitar que todos los amaneceres nos acaricie, a todos por igual , sin diferenciar rico de pobre, izquierdas ni derech...as
¿Puede vivir un poeta en un mundo de política?
A fe mía, que la poesía también es política, política es el sentimiento de estar en lugar del otro y solucionar los problemas comunes de los ciudadanos.
El odio, la envidia es mala consejera, es una cicuta, que corroe nuestro intelecto.
Carezco de aspiraciones políticas, ni quiero ser Gobernador de ninguna Ínsula, ni Presidente de la comunidad de vecinos, en el otoño de mi vida prefiero trabajar, influir para ponerlos.
No quisiera abusar del refranero, pero no puedo olvidar que cuando critican a mi espalda es porque yo camino delante y sé que el martillo golpea siempre la punta que sobresale.
Pero me da pena, me duele en lo más profundo de mi entemetafísico, ver gentes tan faltas de argumentos, cerebros tan vacíos. Pregunto: que cosa vacía pesa más que una llena.
Un cerebro vacío. Lucho porque la gente deje de ser masa y sea sujeto autónomo, intelectualmente hablando, la gente no sabe hablar, pues para saber hablar hay que saber escuchar, la gente piensa después de hablar y no piensa lo que habla, te golpean con palabras consonánticas.
Dicen ellos, es sana envidia, pobres de ser, no saben ellos que no hay envidia sana, que la palabra envidia intrínsecamente lleva, toda la carroña que pueda denigrar al ser humano.
Como no existe lo negro blanco, ¡Dios mío! Son huérfanos neuronales.
Y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado,
Y el que dijere lo contrario, miente."
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Y no seré yo quien mire de soslayo, seguiré como el agricultor arando la tierra del verbo, para parir nuevos pensamientos
mdominguez.
Librepensador

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