martes, 12 de mayo de 2015

Estoy viendo en los foros de debate de internet, que hay gente que no lee detenidamente los textos; y como consecuencia, salen comentarios que parecen pensados desde el tafanario.
Es cierto que en la escuela hemos sido enseñados a memorizar fórmulas matemáticas y químicas, e incluso textos, la base era el memorizar, y no fuimos enseñados a discernir.
Todo esto me trae a la memoria la obra “la rebelión de las masas”, de José Ortega y Gasset, que ni eran hermanos ni primos, sin...o la misma persona, sé que decir esto molestara a algunos, pero no va por ellos sino por los otros, los mediocres, los intelectuales de salón.
Julián Marías dice que “la rebelión de las masas, sigue siendo un libro actual”.
Ortega diferencia muy claramente entre el hombre masa y el hombre minoría, si yo dijese con mi nombre lo que pienso, a bien seguro seria lapidado en los medios no con piedras, pero si con gruesas y pesadas palabras.
En ciertos comentarios políticos veo que muchos opinan desde la inteligencia de las emociones, no desde la misma realidad, los hechos, las obras no les hacer discernir, la realidad del oscuro pensamiento. Viene a mi memoria Unamuno con su “que inventen ellos”, pensamiento obtuso, aún vigente, aunque no tanto.
Hay gentes que no saben diferenciar entre la opinión pública y la opinión publicada y esto lo utilizan, mucho y bien partidos indecentes, que solo pueden sobrevivir con la mentira y el engaño, pues aún está vigente, y plenamente de actualidad el pensamiento Orteguiano.
Hay mucha orfandad de pensamiento, orfandad intelectual, orfandad del saber ser, ser como intelecto, como individuo, del ser como entidad propia.
Como es posible que un obrero, un asalariado, un desahuciado, un desheredado de la fortuna, un ser escuálido en el sentido amplio de la palabra, se siente a la mesa a comer las migajas que el poder les regala, como puede defender el agravio, como justificar el voto, arma del obrero, como mantener en el poder a aquellos que en el pasado, les mintieron y arruinaron, a los que actualmente crean leyes delictivas, como sostener una clase política donde el Tribunal de Justicia de Europa, declara ilegal ciertas normas o leyes abusivas, es ¡indecente!.
Quién defiende y justifica a corruptos, es doblemente corrupto

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